18 de junio de 2022

Las dos obras maestras de Tallón

Hay personas que escriben para vivir. Las redacciones están llenas de ellas. Gente que basa las horas de su día en la escritura mecánica de textos que se leerán y olvidarán. Se levantan a las 7 y se pasan toda su jornada laboral, con suerte, pensando cómo exponer su particular historia. No obstante, hay otras, muy pocas en este mundo, que viven para escribir y pasan los hermosos 86400 segundos que dura su día en escribir palabras que no tanta gente leerá y recordará toda su vida. Bastará con una frase. Con un párrafo como mucho, pero esos son los escritores que uno siempre quiere encontrarse. Son a veces escurridizos, y no siempre los encuentras en su primer libro. Pueden pasar las páginas y no parecer ver la luz. Hay veces que hay que dar una segunda oportunidad, sabiendo sin embargo, que esa segunda oportunidad puede marcar una historia muy bonita que te unirá a ese escritor que se ha puesto delante de un papel y un boli y se ha inventado una historia. Nada nunca volverá a ser lo mismo. "Eres un dramático". Seguramente. No os niego esa posibilidad, pero cuando os ocurra algo así, estaréis agradecidos a que una vez, un bloggero de Menorca os aconsejó no dejar ese libro que podía convertirse en vuestra Biblia particular. 

Soy una persona que no me ciño a la lectura marketiniana. Todos esos libros que aparecen en portada en los escaparates de las grandes librerías no consiguen detenerme y hacerme entrar por sus grandes puertas. No me seducen todos esos libros de intriga, amor, dulces para adolescentes, con los que pasaría un muy buen rato, y al cabo de unos días no recordaría ni su portada. Suele ocurrir lo mismo con las personas con las que ligas de fiesta. Aparecen un día, haciendo mucho ruido, embriagados por la colonia del alcohol, y a la mañana siguiente muchas veces ni consigues recordarlas. Hace años ya que no termino sucumbiendo a esos grandes títulos que nos ofrecen las mayores editoriales del mundo, cuyo único propósito es vender páginas vacías llenas de letras. No digo que sean peores, sólo que no me ofrecen, a mi particularmente, la misma experiencia que otros menos comunes. No siempre es así. 

Así llegó Juan Tallón a mi vida. Xoan Tallón, supongo, para sus amigos. Original de Villardevós. O Vilardevós. Me lo tendrán que confirmar mis amigos gallegos. Filósofo de carrera, escritor de columnas en diversos periódicos, escritor de discursos para un ministro, novelista, gran amante de los materiales artísticos y con pánico a empezar una novela y morir en el transcurso. Padre de una hija que le está enseñando a decir que no (algo muy importante que muchos no sabemos hacer, según dice en una de sus columnas) y, persona que según su padre es prácticamente un inútil. Remarcando ese adverbio inicial, que no hace más que rebajar el grado de inutilidad. 

Me encontré con este autor, para mi desconocido, en uno de los posts que subió Coco Davez en su Instagram. En él, recomendaba dos de sus últimos libros: el primero, Rewind, por dejarla en shock y romperte el alma a cada página que avanzas. Esa Rue Romarin nunca volverá a ser lo mismo; el segundo, Obra Maestra, por ser todo lo contrario al anterior, y narrar con una multi perspectiva jamás antes leída por mi ojo, la pérdida por parte del Reina Sofía de una de las obras más pesadas de la historia de la escultura. Solo puedo asegurar, con total convicción y certeza, que la próxima vez que pise esos suelos originalmente rotos de mármol del museo madrileño (los cuales estaban destinados a ser parte de un hospital), lo primero que buscaré será ese Gernika. No el de Picasso, sino el de Serra. Richard Serra. 

Después de terminar las dos novelas, puedo confirmar que Rewind es la verdadera Obra Maestra de Tallón. Qué palabras más bien empleadas. Qué frases tan bien puestas. Qué historias viven sus protagonistas. Qué bonita es la vida cuando te das cuenta de que mañana puede no seguir ahí (Hume decía lo mismo hace 400 años y a mi me parece bonito que ese pensamiento haya evolucionado hasta el presente. No en un sentido Mr. Wonderful, sino en uno más poético y filosófico). 

Empecé a seguir al gallego en sus redes y me enteré de las columnas semanales que escribe en El Periódico de España. Cada una mejor escrita que la anterior. Sobre la idea del no, la dificultad de llevar a cabo una mudanza, o lo bonito que debe ser calvo para una persona que vive en el gerundio de peinarse. Me quedaría horas y horas leyéndolo y deseando escribir algún día, con una milésima parte de la calidad que él tiene. En una reciente entrevista con la pintora dejó la siguiente cita: “Lo imposible a veces tiende a la realización”. Ojalá tengas razón. O al menos, un poquito. 

Hasta que no ocurra, seguiremos intentando escribir con la calidad que ya conocéis y leéis en mis entradas. Como dice Tallón, lo importante no es escribir una buena novela, sino una nueva novela. Habrá otros blogs mejores, más interesantes, con más ingenio, o más educativos, pero me quedo con las personas que leéis este por, ¿diferente? Porque no tenemos un tema concreto (eso se ve a primera vista), no tenemos un área específica, ni siquiera una periodicidad. Escribo cuando me da la gana, y vosotros estáis allí siempre. Por eso os doy las gracias, por vuestro inmenso aguante y soporte hacia mi persona. Hay mucha gente gilipollas en el mundo, o eso dice el escritor, pero vosotros estáis lejos de ellos. De eso ya podéis estar seguros.

Muchas gracias. Nos vemos en la próxima. Hasta pronto.