19 de julio de 2023

Wake Up. Episodio II. El retorno del comercial.

Después de una primera parte en la que pudisteis ver cómo fue nuestro primer día por tierras gaditanas, hoy, en nuestro querido blog, presentamos la segunda parte. Normalmente dicen que las segundas partes nunca son buenas. Sin embargo, tengo fe en mi escritura automática del primer momento que pillo durante el día. 

Este segundo día fue desde el tren. Buen lugar para escribir. Cómodo, si bajas la mesita de la silla de delante; revelador, porque escribes volviendo, y tranquilizante, porque la mayoría de las veces no se oye mucho. Nada no, eso es imposible. Vamos allá, mejor no dar más rodeos.

“Hoy escribo desde el AVE. No tengo horarios. ¿Que debería hacerlo por la mañana al despertarme para que sea más creativo? Seguramente. Que después de haber dormido 4 horas, priorizo desayunar, también. Hoy ha hecho más frío en la habitación. La llegada fue similar que el día anterior: charla de las 5 de la mañana en la terraza, entrada al baño, lavado de dientes, y en vez de tirarme encima de la cama, tuve la decencia de abrir las sábanas. Estaremos todos de acuerdo que las sábanas de un hotel siempre serán mil veces mejores a las de nuestra casa. Pues estas lo eran 1000. 

En comparación al día de ayer, hoy ha sido un día de relax total. Las 4 piscinas restantes a disposición nuestra, un sol infernal y vegetación a los lados. Parecía Bali eso. Solo compararlo con mi querida Madrid, lo único que veo similar es el sol infernal. Ni vegetación, ni piscinas, ni arena a 200 metros. Que triste es la vida de un menorquín trabajando en la capital en verano. 

Mañana toca trabajar, y a las 8 se va a hacer muy duro. La alarma va a doler, seguro, pero tenemos que volver a nuestra realidad. La realidad de no estar en Cádiz disfrutando de la buena vida. La vida del hotel de lujo con piscina y playa a un paso. Mis cotizaciones me esperan, y con ellas, la cuenta atrás para las vacaciones de agosto. Queda menos. 

        El viaje ha estado muy bien. ¿Qué voy a decir? Si dijera lo contrario mentiría. Hemos conocido a gente, a mucha: a mi gente de Barcelona a la que solo he visto en Teams, a compañeros de la profesión, y a las personas de HP que nunca vemos y siempre están ahí; hemos reído por los codos: gracias a los bailes, por la gente durmiendo y despertándose en el primer acorde de una bachata, por los sitios donde íbamos; hemos comido 5 veces en 30 horas -incluida una cena en un restaurante de Estrella, en la que me tocó en la mesa más top que me hubiera podido imaginar. No todos los días se cena con los jefes al lado-; hemos estado 11 horas de fiesta. Pocas me parecen; hemos dormido 6 horas de 48 y hemos escuchado a Alejandro Sanz, y todo esto en 2 días. No sabéis a qué velocidad vuelan las cervezas y los mojitos cuando te invitan. 

Hablando de Alejandro Sanz, su concierto puede que no fuera lo que esperábamos. Si lo que se esperaba la gente era ver a ese pedazo de músico que empezó en la música con 20 años, no. La verdad que se puede decir que estuvo lejos. De cada 3 canciones, cantaba 1 y media, y la mitad de estas era el público (entregado, eso no se puede negar) quien le hacía los coros a pleno pulmón. Corazón partío, a mi gusto, la mejor canción que tiene, la destrozó poniendo a Manuel Turizo a cantarla. Y este, podría habernos regalado una bachata -habría sido increíble-. Me quedo con Viviendo Deprisa, que siempre suena mucho mejor en directo. ¡Qué canción más infravalorada! El audio no estaba muy bien, y a él lo vimos cascado. Pero es lo que tiene, imagino, que te deje la novia hace poco y que te hayan estafado. Seguramente lo único que tomara no fuera una cerveza. Eso sí, para la edad que tiene, había muchas a las que se le caía la baba delante. Si es que cuando uno es ídolo, da igual cómo aparezcas. 

        Va llegando el final, y el AVE empieza a moverse. Serán tres horas, más las 2 que llevamos ya de bus. Ir al sur mola mucho, pero por dios, no lo pudieron poner más lejos. En Madrid me espera Cris, aunque si me dice de tomar una cerveza, yo me tomaré una Coca-cola. O si no, que la pague ella, que yo por menos, a partir de ahora no quiero nada. Como diría mi madre: yo quiero tener vida de rico. ¿O esto lo decía Camilo? (escribiendo a posteriori, no tocó cerveza, sino vino blanco, por lo que a esto uno nunca puede decirle que no)

¡Cómo mola HP! Cómo se han regalado. Esto será algo que uno no olvida nunca. Esto imagino que es lo bueno de trabajar. Será lo bueno de trabajar bien. Lo malo viene mañana. Concretamente a las 8 de la mañana. Tic-Tac


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