Marx decía que la historia era una lucha de clases, y no de 5ºA contra 5ºB. No. Bueno, he dado a entender que todos conocéis a Marx, que seguramente sí. Sé que a muchos os sonará por el tema del comunismo y todo, pero el tío fue filósofo y teórico económico, o sea que trabajó. No solo se dedicó a sacar la faz y el martillo dorado. En fin, lo que decía es que gracias a que hay una lucha de clases, que suele terminar ganando la que se quiere revelar, esto da lugar a una nueva etapa donde habrá otra mayoría incomprendida que se querrá revelar contra la gente que se había sublevado en la anterior etapa. Así ha pasado siempre. Y no nos damos cuenta, pero tras esta afirmación viene otra: siempre ha habido algo que nos ha jodido mucho. Tanto que ha servido para que hubiera un cambio total en la sociedad.
Hace millones de años, el fuego jodió a los dinosaurios. Todo el temporal hizo que desaparecieran, aunque siempre nos quedarán sus restos en museos alrededor del mundo. Años más tarde apareció la escritura, que en parte los jodió en la manera de comunicarse. Qué fácil debía ser comunicarse a través de signos. En el neolítico apareció el sedentarismo –no confundir con el actual sedentarismo, que corresponde a sentarse en el sofá y no hacer nada-. La gente pasó de irse mudando de territorio a establecerse en un sitio, y la agricultura y ganadería jodieron a los paleolíticos a los que les gustaba viajar de sitio en sitio para disfrutar de la playa en verano. El turismo, evidentemente se terminó. Apareció el metal, y ese bronce nuevo –que ya me dirás tú. Fuera oro aún, pero bronce…no sé- jodió a todos estos ganaderos que eran los reyes del mambo. Ahora se tenían que dedicar a otra cosa. Con lo que les había costado vivir de esa manera.
En Grecia vemos lo que los filósofos jodieron la vida a todo ese grupo de personas que eran muy vagas para pensar –en algo me recuerdan a mi hermano-, y en Egipto, las piedras para construir las pirámides jodieron bastante a todos esos esclavos o extraterrestres que las tuvieron que construir. Entramos a la época de después de Cristo, y la cruz la verdad que lo jodió bastante al pobre. Ahora sin broma, la cruz jodió a muchas personas en esa época, y Asterix y Obélix también. Los romanos al menos los sufrieron, y lo demuestra todos los edificios que se destruyeron en las guerras púnicas, aunque no fueran estos dos galos los culpables.
En la Edad Media llegó el feudalismo, y con ello la esclavitud. Más tarde, la Inquisición se encargó de joder a muchas mujeres y contrarios a la religión del reino. Algo que puede seguir pasando en muchos sitios, incluso online. Los reyes empezaron a aparecer y nos jodieron a todos los estudiantes de historia que nos los tuvimos que aprender todos. Uno a uno. Ahí tenemos que si Reconquista, Batalla de las Navas de Tolosa o la Conquista de Granada. Demasiado texto. Al menos hay pinturas de todo eso. En el Prado tenemos algunas, muy grandes y muy bonitas, que llenan salas y salas.
Gutenberg jodió a todos aquellos copistas y monjes que copiaban documentos a mano –siempre me acordaré de El nombre de la Rosa y los monjes que se intoxicaban con las páginas y los ríos de tinta. Se les acabó el chollo con el alemán-. Las catedrales jodieron bastante la vida a sus arquitectos, aunque algunos como Brunelleschi o Miguel Ángel triunfaron sobre todos. Bach, Mozart, Vivaldi, jodieron a todos sus antecesores que creían hacer música, y a todos estos, Beethoven. Para gustos colores, ya que alguien me dirá que no, que Wagner es mejor, o que Stravinsky es dios, pero para mí, ninguno como Luis. Mola llamarle así. A partir de ahora será Luis Beethoven para nosotros.
Los rusos jodieron a Napoleón, y a Hitler, y a todos los que han intentado invadir su territorio. Los americanos, también, ya que no hay guerra en la que no entren. Ford también jodió a muchos artesanos, ya que fue de los primeros en instalar la fabricación en serie en sus producciones industriales. Qué listo era, y que feos eran los coches. Aunque bueno, tienen su rollito vintage, que le dan un toque. Hoffmann inventó la aspirina y jodió a todos aquellos que se querían quedar en casa y no ir a trabajar (¡Ah, no!, que en ese momento no tenían derechos), por lo que la AIT jodió a todos los empresarios que querían explotar a sus trabajadores. De estos aún seguimos teniendo, pero como son extranjeros y lo hacen en países poco desarrollados, no nos importan. Marie Curie jodió a todos los científicos que pensaban que las mujeres no estaban aptas para nada, y las sufragistas británicas fueron las primeras que demostraron a todos que las mujeres estaban ahí y siempre habían estado, por lo que tenían que tener los mismos derechos. Estamos en proceso.
Willy Fogg jodió a todo el mundo dando la vuelta al mundo en 80 días y Sherlock Holmes a todos los detectives ingleses resolviendo todos sus casos. La reina de Inglaterra jodió a todos sus hijos (posibles sucesores… ¡Ya!) reinando hasta a día de hoy, después de más de 65 años. Franco jodió a España, y más tarde ETA también. Messi jodió al Madrid, y Mourinho también. Zidane y Cristiano se la devolvieron, y ahora el Atleti y el Bayern nos joden a todos. Los recortes nos jodieron, la crisis nos dejó hundidos, como en el 29, y después de años de cierta tranquilidad, el Covid nos terminó de joder.
El Covid ha jodido los abrazos; las cañas con los amigos en el bar; las funciones de teatro y conciertos; ha jodido la Semana Santa y los Carnavales; jodió también el fútbol y todos los deportes del mundo y jodió a todas las relaciones a distancia. Hoy en día sigue jodiendo a muchas de estas, pero a mí la última es la que me jode más. Esa y la Semana Santa. A mi hermano, el carnaval. Hoy cumplo un año contigo, y solo espero que el amor joda al Covid de una vez, y se vaya con la cola entre las piernas por donde ha venido. Un segundo. 60. 6 minutos, esto es lo que habréis tardado en leer mi artículo. ¿Qué habrá pasado en este ratito? No lo sé. Muchas gracias y muchas cosas.