Hoy venía aquí a hablar de algo que escuché el otro día en una conversación con mis padres. Se acerca el 1 de noviembre, y con ello “todos los santos”. No sé si se celebra en todos lados, pero aquí en España sí. Fiesta nacional. Seguramente más celebrada que alguna otra del mes anterior. Una pena que caiga en domingo, aunque tenga su cierto sentido. También digo que Halloween es más celebrado, incluso siendo una importación moderna, pero pa’ gustos colores. Yo soy de un color menos oscuro, la verdad.
Bueno, entonces, nos situamos en 1 de noviembre, año X. Día nublado muchas veces, al menos aquí en Menorca. No acompaña mucho. Ese día, uno de los sitios que se convierte en Trending Topic es el cementerio. Diréis; ¿no se parece a Méjico en algo? Efectivamente. Se parece a Méjico, en el blanco de los ojos como diría mi madre. Sigamos venerando más lo ajeno que lo propio. Ahí se celebra el día de los muertos, día 1 y día 2. ¿Por qué no son los días de los muertos? Pues no lo sé. Aquí nos basta con el 1, porque ya es demasiado pesimismo como para alargarlo dos días. Es típico que las abuelas vayan al cementerio a ver a sus familiares, los padres y nietos acompañan a sus abuelos. Se cogen flores y se dejan allí. Tal vez no vuelves en todo el año, pero ese día tienes la sensación que has hecho algo importante. Es verdad que yo no soy de esos, pero no por no querer, si a mí me encantaría; el problema es que los espacios abiertos sin muchas personas a mí me agobian un poco, y estar acompañado por cuerpos inertes no ayuda mucho.
La muerte es algo que nos llega a todos a su tiempo, es algo que no esperas. Poco a poco te la esperas, pero llega sin avisar, sin enviarte un mensaje. Llega y no puedes hacer nada. No le puedes discutir y que venga otro día, porque la muerte no entiende de horarios, ni calendarios. Es triste pensar que alguien tenga que pedir cita para ir al cementerio. Eso no se pide, eso te llega. No se puede forzar. Pero este año toca así. En este año raro que estamos viviendo, solo le faltaba esto, que se tuviera que pedir hora para estar cerca de la muerte. Al menos llevas flores, que tal vez la espanta, como los ajos al vampiro. Yo no sé de qué servirá, pero si hay opciones de que no pase nada, yo me lo pienso.
No sé si habrá mucha gente que lo haga, pero imagino que los fieles a la tradición no se lo van a perder. Al menos van a hacer que no sea tan raro el día. Pedirán hora para ir al cementerio. Yo para ir al cementerio no, pero para que se termine este 2020 pues no sé dónde está el link, pero yo lo pido ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario